CONTROL DE PARÁSITOS EN EL PERRO
El cuidado y el manejo sanitario que se le realiza a nuestras mascotas son de vital importancia. Todo esto incluye vacunaciones y desparasitaciones realizadas en forma periódica para prevenir la aparición de virus y parásitos internos y externos, y como consecuencia de todo esto, enfermedades, tanto en ellos como en nosotros, ya que pueden ser transmitidas. En los animales de compañía, las parasitosis además de causar serios problemas en ellos, representan una amenaza constante para la salud humana, sobre todo de los niños, ya que ellos conviven más directamente con los perros y los gatos. Es por esta razón que el control de los parásitos es indispensable.
El calendario de vacunas es variable y depende de la situación epidemiológica del lugar y la raza en determinados casos.
Desparasitación
Se recomienda desparasitar con el siguiente calendario:
Cachorros: al destete (al mes de edad aproximadamente), cada 15 días (2 semanas) hasta los 3 meses de edad del cachorro, una vez al mes de los 3 a 6 meses de edad y posteriormente cada 3.
Perros adultos: cada 3 meses.
Nuevas mascotas (cachorros y/o adultos): desparasitar inmediatamente que llegan al hogar, repetir en 2 semanas y continuar una vez cada 3 meses.
Vías de infestación
Vía oral: Cuando el animal ingiere alimento contaminado con huevos o larvas infectantes o bien ingiere insectos, roedores o aves que transportan fases infestantes.
Vía percutánea: Las larvas infestantes del parásito atraviesa la piel del perro, migrando por su organismo, causando daño en el trayecto, lesionando órganos y sistemas hasta alcanzar el intestino, así completa su ciclo de vida en la luz intestinal.
Vía intrauterina: En esta vía las fases larvarias se activan por el proceso hormonal de la hembra gestante, las cuales comienzan una fase migrante y atraviesan el útero materno, infestando a los embriones. Así los cachorros nacen con una carga considerable de larvas y parásitos que en ocasiones les producirán la muerte.
Posparto: La madre le transmite a los cachorros las larvas hipobióticas. Éstas están contenidas en las masas glandulares se activan con las hormonas y salen con la leche directamente al sistema digestivo del recién nacido, adquiriendo los parásitos que se harán adultos y cerrarán el ciclo.
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A)Parásitos externos
Aquí nombraremos algunos de los intrusos indeseados para nuestras mascotas, y de qué manera se los puede combatir y prevenir. Como regla general, y a nivel preventivo, podemos resumir los cuidados en lo siguiente: uso de collares antiparásitos, mantener limpio el entorno del perro, cepillarle el pelo con frecuencia y usar después algún spray insecticida, y vigilar y observar si se rasca demasiado, caídas del pelo o lesiones de la piel.
Pulgas
Cuando se perro se rasca muy a menudo y de manera insistente es un claro indicio de que hay pulgas. Aunque pasan poco tiempo en el animal, permanecen largo rato en el entorno, y pueden volver a aparecer con facilidad. Estas pulgas rara vez muerden a las personas, y solo si no hay un perro disponible Es necesario revisarlo, y en caso afirmativo, no hay más remedio que usar un pulguicida. También recomendamos darles un baño con alguna loción antiparásita. Para la prevención, es muy importante desinfectar los lugares de la casa donde el perro suele estar habitualmente, y cualquier otra cosa que use (mantas, cuchas, etc.). Hoy en día existen muchos collares
antiparásitos que pueden ser una buena prevención, pero tienen una duración limitada, por lo que es conveniente leer bien las instrucciones.
Garrapatas
Suelen adherirse a las orejas, axilas e ingles del animal, debido a que en esas zonas tienen la piel más fina y propicia para su existencia. Es conveniente revisar periódicamente estas zonas y sus alrededores ya que son bastante peligrosas, pudiendo transmitir al perro una grave enfermedad: la piroplasmosis, una variante de la anemia, de origen vírico. Un consejo es no arrancarlas, ya que se rompen, dejando su cabeza en el interior de la piel del perro, y esto podría provocar algún tipo de infección. Un método empleado para luchar contra estos parásitos es cubriéndolas absolutamente con vaselina, de este modo, se tapan los poros por donde respira, lo que la obliga a soltarse por sí misma y no se le causan heridas al perro. Unos minutos después de haberla cubierto, se la puede sujetar con unas pinzas (las de depilar por ejemplo), y se dejará llevar.
Por lo general se encuentran sobre el césped y los matojos.
Piojos
Éstos son menos frecuentes que las pulgas, y normalmente se alojan en perros de la calle. Anidan sobre el pelo, pegando sus liendres, y chupan la sangre del animal. Se reproducen rápidamente, causando lesiones graves como anemias y agotamiento del organismo, y otras más leves como puede ser una lesión cutánea. Además, la picazón pone inquieto y nervioso al perro. Por todo esto es que hay que tener un estricto control y eliminarlos ya que no solo molestan en la mascota, sino que también se contagian a las personas.
Sirven los mismos consejos que para el caso de las pulgas, como el uso de insecticidas adecuados, baño antiparásitos, y desinfección del entorno del perro.
Parásitos de la sarna
Son varios grupos de parásitos diferentes. Normalmente no se pueden detectar hasta que la enfermedad se ha producido, por lo que se necesita intervención del médico veterinario. Hasta su intervención es aconsejable limpiar la piel con un antiséptico.
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A) Parásitos internos
En cuanto a este tipo de parásitos (vermes y tenias son los más usuales), por lo general nos referimos a las “lombrices”, aunque esta palabra la usamos para agrupar distintos tipos de parásitos, y las enfermedades que causan son diferentes.
Antes de cada vacunación, es necesario desparasitar al perro. La palabra técnica es desverminación. El veterinario nos dirá con cuanta antelación debe hacerse y qué medicamentos debemos usar. La desparasitación, dependiendo de los antiparasitarios que se usen y las circunstancias del cachorro, se deberá iniciar entre los 15 días y los 3 meses.
Independientemente de la desparasitación previa a las vacunas, si al recoger las deposiciones de nuestro perro vemos señales de lombrices, hay que llevarlo rápidamente con su veterinario. Es importante recordar el aspecto que tienen ya que seguramente nos pida una descripción. Lo ideal sería llevar una muestra, aunque es un poco asqueroso. En cualquier caso y hasta que el perro vuelva a estar sano, hay que extremar las medidas de higiene:
Recoger siempre las necesidades de nuestra mascota, para evitar el contagio a otras.
Lavarse bien las manos después de un contacto prolongado con el animal.
No dejar que el perro nos dé “besos”. La saliva puede transportar huevos de lombrices.
Mantener al perro apartado de otros perros.
Higiene en la calle
La calle es en general el lugar preferido de nuestros perros, ya que el paseo es una actividad placentera para ellos, pero también donde están los mayores riesgos para su salud. Por lo tanto, conviene tomar algunas precauciones.
En cachorros recién nacidos, o con poco tiempo, hay que evitar el paseo y el contacto con otros perros hasta que el veterinario les haya puesto su primer lote de vacunas. Es un periodo en el cual su organismo prácticamente no tiene defensas.
Posibles fuentes de contagio de enfermedades son las necesidades de otros perros. La orina y el excremento no sabemos si provienen de animales “sanos”, por lo tanto hay que evitar la costumbre que tienen de hurgar ahí. Es difícil. Por instinto el perro olfatea ya que le da información acerca del otro animal. En principio, el que huela no es problema. Lo que hay que evitar es la tendencia a lamer. Apartándolo a la fuerza si es necesario.
Lo mismo ocurre con la basura, no se los debe dejar hurgar en ellas. En este caso, el riesgo para el perro no es mayor que en el caso anterior, pero si lo es para las personas. La hidatidosis es una enfermedad parasitaria, que al perro no le afecta, en tanto que solo transporta los parásitos en un momento de su ciclo de vida, pero luego lo contagia a las personas, para las cuales puede llegar a ser mortal.
Si sacamos al perro a un parque donde hay césped y se le puede dejar suelto, no hay que olvidar, cuando entremos de nuevo en casa, hacerle una pequeña revisión en busca de garrapatas. Hay que hacer esto también si ha estado jugando con otros perros.